Consejo de Usuarios del Transporte Internacional de Guatemala

Categorías: Áreas de Acción

INFRAESTRUCTURA VIAL EN GUATEMALA

Más allá de un pronóstico preciso de lo que serán las condiciones climáticas en el país para lo que resta del año, regularmente los meses de mayo a octubre son característicos por las precipitaciones que se dan durante este período. Como ha sido en años anteriores y sin remontarnos demasiado tiempo atrás, las inclemencias del clima afectaron durante el 2020, incluso durante el mes de noviembre con las tormentas ETA e IOTA, a miles de guatemaltecos principalmente del área norte y nororiente del país.

Esto, además de perjudicar a los sectores más vulnerables también repercute de una manera considerable en lo que concierne al comercio tanto interior como exterior, puesto que, el estado de carreteras que de por sí no es el óptimo en condiciones “normales”, se ve aún más comprometido ante la temporada de lluvias.

En ese sentido, tomando como referencia los acontecimientos de las tormentas tropicales ETA e IOTA con la caída de los puentes Jones y Santiago sobre la Ruta al Atlántico, los múltiples derrumbes a lo largo de la ruta, desbordes de ríos, inundaciones en tramos particulares, salen a evidenciar que la infraestructura vial de Guatemala queda a deber ante situaciones inesperadas, repercutiendo en poca respuesta para las exigencias de mercados que son cada vez más
competitivos. Esta situación no es propia y exclusiva de la Ruta CA-9 Norte o Ruta al Atlántico, esto sucede en, básicamente, cada una de las principales rutas del país, ejemplo claro la carretera que conduce de Escuintla a Puerto Quetzal, puerto que de acuerdo con cifras presentadas en el informe estadístico anual de la Comisión Portuaria Nacional https://cpn.gob.gt/estadisticas-portuarias/ es el que se encarga de la mayor proporción de carga manejada en el país.

De momento, se ha abordado únicamente la problemática desde un punto de vista de la calidad de lo que se posee actualmente, es decir, la infraestructura vial resulta incapaz de lidiar con las inclemencias climáticas o incluso ante un accidente de tránsito. Adicional a esto, la cobertura actual es insuficiente, la red vial cuenta únicamente con aproximadamente 16 mil kilómetros de carreteras de las cuales poco más del 50% es de terracería. Para ubicarnos en el mapa mundial, Guatemala cuenta con alrededor de 2 metros de carretera por habitante, mientras que países como México cuentan con hasta 4 metros, Costa Rica y Panamá con 9 metros por habitante y países más desarrollados alcanzan los 15 o 17 metros de carretera por habitante. Para que Guatemala se posicione en un lugar más equiparado con el de lo que exige una actualidad cada vez más competitiva, se requieren de aproximadamente 23 mil kilómetros más de carreteras, es decir, se necesita inversión pronta para alcanzar el objetivo de al menos 40 mil kilómetros de carretera.

Bastante opinión sobre la temática se ha generado al respecto, básicamente todas coinciden en que el sistema actual de inversión en infraestructura vial es ineficiente, lo cual hace surgir una necesidad apremiante de proponer nuevos modelos para la inversión, puede ser a través del modelo de alianzas público-privadas, a través de concesiones, privatización de carreteras, inversión pública de emergencia, entre otras opciones que puedan surgir, lo relevante es que este tema es de necesidad recurrente y permanente, convirtiéndose en un obstáculo al propio desarrollo económico.

He de comentar que, además de solventar una necesidad de incentivar la inversión sobre infraestructura vial, junto con la reactivación económica post confinamiento del 2020, este tipo de proyectos tienen el potencial de convertirse en inyectores a la actividad económica, generación de empleos y más externalidades positivas que indudablemente se acoplan a la frase: “el desarrollo llega hasta dónde llega la carretera”.

Elaboración propia con datos obtenidos de los
Mapas de la Red Vial, presentada por el
departamento de Caminos, Ministerio de
Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda.
https://caminos.gob.gt/mapas-de-la-red-vial.html


El momento actual que se vive, representa una oportunidad de estimular la economía mediante la inversión pública, ya el año pasado se presentaron acciones que pretendían mitigar los efectos del desempleo sobre el consumo, no obstante, lo más sólido siempre va a ser la generación de empleo. La construcción de carreteras se presta para ello, pues existe influencia sobre la generación de empleo directa e indirecta, incluso la economía informal logra ser estimulada cuando son implementados proyectos de magnitudes importantes. Los ingredientes para maximizar esta oportunidad consisten básicamente en voluntad política, transparencia y calidad en la inversión, sin dejar de lado la comunicación clara y oportuna por parte de autoridades.

A PROPÓSITO DE INFRAESTRUCTURA VIAL

Superar los rezagos en la infraestructura vial de Guatemala, se hace urgente y necesario para atender la demanda de más y mejores vías y carreteras para poder atender la movilización y la logística en tiempo y forma de productos de exportación y de importaciones de Guatemala y de algunos otros países de la región centroamericana que utilizan nuestros puertos para operaciones de exportación e importación de mercancías.

La condición de la red vial de muchas de las rutas centroamericanas de Guatemala, carece de señalización, presentan deterioros, daños por efectos de clima, túmulos, pérdida de los derechos de vía, muchas limitaciones especialmente en los tramos carreteros que atraviesan áreas pobladas, de ahí que para pasar por algunos municipios (ejemplo: Amates en ruta CA-9 Norte) se requiere de mucho tiempo para lograr el paso; estos aspectos son muestra clara de las grandes dificultades que afronta el transporte carretero para el traslado en tiempo y forma de las mercancías que deben transportarse.

Debido a las complicaciones de estrechez de carreteras y cada día mayor demanda de mercancías que requieren de transportación, las rutas de categorías “nacionales y centroamericanas” son realmente insuficientes y presentan rezagos frente a las necesidades de infraestructura vial moderna y eficiente.

Para atender eficientemente las necesidades de infraestructura vial, se hace indispensable mejorar las rutas económicas del país con mantenimiento adecuado y ampliaciones que permitan absorber eficientemente los niveles de tráfico de vehículos livianos, colectivos, comerciales y pesados.

Es urgente que nuestro país avance en mejorar la infraestructura vial, esto con miras y objetivos de elevar los niveles de competitividad nacional y regional, elevar el desempeño logístico, además contribuirá como herramienta para generar empleos, reducir migraciones, y mejorar calidad de vida de los ciudadanos de nuestro país y la región centroamericana.

Héctor Fajardo,
Director General
Cámara de Transportistas Centroamericanos

Transporte en el 2020 y expectativas 2021

CUTRIGUA NEWS

APORTACIÓN DEL SECTOR AL PIB

El sector de Transporte y Almacenamiento históricamente ha alcanzado a aportar, en promedio, un valor del 2.97% sobre el Producto Interno Bruto del país, de acuerdo con cifras presentadas por el Banco de Guatemala. En el año 2020, el segundo trimestre alcanzó a proporcionar únicamente un 2.52% del valor del PIB, convirtiéndolo en el mínimo aporte por el sector alcanzado de los últimos 5 años, situación completamente fuera de todos los pronósticos que se hubieran podido realizar. Los dos trimestres iniciales del 2020 variaron en 3.5% y -21.8% respectivamente con respecto al 2019, una diferencia de -0.9 y -15.3 puntos porcentuales con respecto a lo que sufrió el PIB en general (variaciones de 4.4% y de -6.5% para el PIB en los primeros dos trimestres). Es decir, el sector tuvo un impacto más negativo que el PIB en general, esto por dos razones: la primera obedece al hecho de que el sector externo se vio contraído, tanto en exportaciones (3.5% y -18.0% en los trimestres referidos) como en las importaciones (-1.0% y -23.1% respectivamente). 

Si se realiza una suma de los impactos, únicamente por el transporte y almacenaje de mercancías provenientes del sector externo, se tuvo una caída en hasta 38.7%. La segunda es a nivel interno, en que también se dieron ciertas restricciones y limitaciones a nivel productivo que por su efecto son determinantes en la demanda de transporte y almacenaje de mercancías.

LO QUÉ PUDO SER, LO QUE HA SIDO Y LO QUE VENDRÁ 

Tras finalizar el primer semestre del 2020, donde la crisis alcanzó su punto más álgido, a partir de julio se inicia un proceso de recuperación en las economías del mundo, siendo Guatemala parte de este proceso. Esto se evidencia y se relaciona directamente con el sector que nos concierne, ya que para el tercer trimestre el aporte al PIB fue del 2.88% variando con relación al tercer trimestre del 2019 un -0.1% y creciendo con relación al trimestre previo un 9.33%; a modo de evidenciar el porque esta variación, en el caso del tráfico marítimo, la Comisión Portuaria Nacional ha reportado alzas sostenidas en el manejo de carga durante los últimos meses como resultado de esa reapertura del comercio exterior y el mayor flujo de mercancías llegando a ejercer una mayor presión en la demanda de transporte y almacenaje. Con ello podemos esperar que la recuperación para el 2021 se mantenga en esta senda de crecimiento y qué, de concretarse los múltiples proyectos de inversión pública programados para el año 2021, es válido generarse expectativas positivas para el repunte del sector. 

«Las cifras presentadas evidencian la realidad de lo que ha dejado la Pandemia, debido a las medidas de confinamiento que redujeron la movilidad de personas, modificaron patrones de consumo y contrajeron las economías del mundo. Si bien es cierto, el sector de Transporte y Almacenamiento representa el 2.97% del PIB, su contribución a la economía del país y su importancia estratégica es mucho más relevante. Toda la importación y exportación de bienes hace uso del transporte a lo largo de la cadena de abastecimiento, así como los productos de producción y consumo interno hacen uso del transporte de carga, es aquí precisamente, done se remarca la importancia estratégica del transporte de carga y almacenaje, la infraestructura, facilitación al comercio y desarrollo portuario y aeroportuario. Si bien estamos recuperándonos, el nivel prepandemia, aún está lejos, el optimismo se percibe. Para el transporte marítimo, responsable de movilizar más del 70% del volumen de comercio exterior, esta recuperación ha sido un tanto ilusoria dada la volatilidad en la cadena de abastecimiento global que surge del distinto ritmo entre países, provocando escasez de contenedores sin precedentes, espacio en buques, congestionamiento en puertos y aumento de sobrecargos en Navieras. Tenemos mucho trabajo por recorrer para recuperar el tiempo perdido y fortalecer el sistema portuario a través de políticas, inversiones público-privadas, desarrollo portuario y sea resiliente para mitigar impactos del sin número de posibles problemáticas externas e internas que puedan surgir, también debe mejorarse la comunicación entre usuarios y líneas navieras para que juntos se puedan tomar medidas en tiempo y así minimizar el impacto negativo por la volatilidad en la cadena de abastecimiento global».

Jean Paul Brichaux
Lic. Jean Paul Brichaux
Director Ejecutivo
Asociación de Exportadores de Café Director – Cutrigua